Construye tu propio reservorio de agua casero y asegura tu suministro
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En un mundo donde el agua es cada vez más escasa, un reservorio de agua casero se convierte en una solución indispensable para garantizar el suministro de este valioso recurso en nuestros hogares. Ya sea para enfrentar sequías, cortes de agua inesperados, o simplemente para promover un uso más responsable y sustentable del agua, un reservorio casero puede brindarnos tranquilidad y autonomía.
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Tipos de reservorios de agua caseros:
En este punto, la elección del tipo de reservorio ideal dependerá de varios factores como tu presupuesto, espacio disponible, habilidades manuales y necesidades de almacenamiento. Algunas opciones populares incluyen:
Tanques de almacenamiento: Ideales para espacios reducidos, los tanques prefabricados de plástico, polietileno o fibra de vidrio son fáciles de instalar y requieren bajo mantenimiento.
Cisterna de ferrocemento: Más durable y resistente que los tanques, esta opción requiere conocimientos básicos de construcción y permite mayor capacidad de almacenamiento.
Pozos de absorción: Si cuentas con un amplio terreno, los pozos de absorción captan el agua de lluvia y la filtran de forma natural, ideal para riego o usos no potables.
Sistemas de captación de agua de lluvia: Aprovecha al máximo la precipitación recolectando el agua del techo mediante canaletas y filtros a tu reservorio.
Pasos para construir un reservorio de agua casero:
Planifica y elige el tipo de reservorio: Define tu presupuesto, capacidad necesaria, ubicación y tipo de construcción antes de comenzar.
Prepara el terreno y materiales: Alista el área donde instalarás tu reservorio, adquiere los materiales necesarios y asegúrate de contar con las herramientas adecuadas.
Construye el reservorio: Sigue las instrucciones específicas de tu elección de reservorio, ya sea ensamblando el tanque, construyendo la cisterna o excavando el pozo.
Instala el sistema de recolección y distribución de agua: Dependiendo de tu tipo de reservorio, agrega canaletas, bombas o tuberías para la entrada y salida del agua.
Mantenimiento del reservorio: Limpia periódicamente tu reservorio, verifica el estado de las instalaciones y filtra el agua cuando sea necesario.
Consideraciones importantes para la construcción y uso de un reservorio de agua casero:
Para que tu inversión sea óptima, ten en cuenta estos aspectos:
Materiales y mano de obra: Opta por materiales de calidad resistente y duradera. Si necesitas ayuda con la construcción, considera contratar profesionales calificados.
Ubicación del reservorio: Elige un lugar protegido del sol, alejado de árboles y con fácil acceso para mantenimiento.
Capacidad del reservorio: Adapta la capacidad de almacenamiento a tus necesidades y consumo promedio de agua.
Tratamiento del agua: Dependiendo del uso que le darás al agua, implementa sistemas de filtración o purificación adecuados.
Normas y regulaciones locales: Consulta las normativas de tu localidad respecto a permisos, construcción y uso de reservorios de agua.